En el siglo XVI a la llegada de los espa


Los hogares de los indios paeces tienen forma de rectangulares o cuadrado. Son hechos de piso de tierra, paredes de guadua, cañabrava y techos de paja, sin embargo los indígenas paeces de más alta jerarquía construyen sus hogares con bahareque con divisiones de guadua. Dentro de sus viviendas hay una repartición del espacio que comprende zonas de descanso, trabajo y almacenamiento. Ellos disponen de un espacio donde colocan tres piedras para hacer un fogón en el centro. Sus camas están hechas de tronco y esterilla de guadua. Algunos de los indios paeces acostumbran tener hornos para cocinar pan, trapiches de mazos de madera y telares verticales para hacer ruanas. Sus muebles están hechos de madera, las tarimas con cueros de oso o de res. Tienen horquetas, mochilas y hamacas, para cocinar cuentan con ollas de metal y de cerámica, platos de plástico y de loza, cucharas metálicas y de madera, vasos de plástico y vidrio, máquinas de moler y metates de piedra.
Ellos se caracterizan por ser de baja estatura, de piel morena y de ojos y cabello oscuro.



Ellos antes trabajaban con la minga, que es la invitación de amigos, familiares, vecinos para hacer faenas agrícolas y cambiándolas por mote. El mote es una sopa compuesta de maíz, plátano, fríjol y carne. Ahora ellos prefieren pagar jornaleros. Dentro de sus creencias se encuentra el culto al sol y al Guequiau (instructor de los chamanes). Hoy debido al catolicismo celebran la semana santa y la navidad. Sin embargo tienen la creencia que para solucionar inconvenientes económicos, afectivos y de salud recurren a el Duende, al Arco Iris y el Echi. Cuando ven que alguno de estos inconvenientes surgen se busca a estos espiritus mediante el médico llamado te eu. Los paeces que se convierten en te eu son de manera espontánea dado que es su destino cumplir con ese don. Algunas veces a estos paeces se les aparece el Trueno, que es el maestro de los médicos.


MUSEO ARQUEOLOGICO
La cultura de Tierradentro es una de las culturas que desapareció misteriosamente antes de la llegada de los españoles, sin embargo los vestigios arqueológicos que se han encontrado han sido suficientes para determinar algunas características elementales de la cultura de esta civilización. Una de las principales particularidades es su relación con la muerte, los elementos en relación a este tema son los más abundantes de la cultura.
La cultura de Tierradentro, como muchas otras aprendió a vivir en su entorno natural, en la región se encuentra una gran cantidad de rocas volcánicas, las cuales fueron aprovechadas por los habitantes de la zona para hacer creaciones artesanales, tanto para los rituales mortuorios como para la cotidianidad.
La cerámica de Turminá (actualmente resguardo indígena) la cerámica se caracteriza por ser poco elaborada, que según los estudios fue utilizada para el uso cotidiano, debido a que las terminaciones no eran pulidas, eran gruesas, erosionadas y reforzadas. Al igual que la cerámica de Turminá, la de San Isidro de Inza y la de San Fransisco y Patucue también tienen características similares, gruesas, de bordes reforzados que eran de uso diario, sin embargo algunas vasijas domésticas eran usadas también en las urnas funerarias de la segunda fase del entierro.
El uso de la piedra como materia prima para la fabricación de herramientas fue elemental, ya que la base de la economía de esta civilización era la agricultura y muchas de las herramientas tenían como fin oficios agrícolas, y para labores de caza, como flechas, redes y nasas.
Además la creación de azuelas, pulidores y cinceles de piedra dura fueron las herramientas con las que tallaron y alisar sus conocidos hipogeos, la talla y la decoración de estos hipogeos son uno de los elementos más característicos, se cree que también hubo producción de elementos de madera, pero debido a la humedad y erosión de la tierra no se conservaron.
Los elementos que esta cultura usó y que actualmente se conservan en el Museo Arqueológico de Tierradentro se incluyen platos, vasijas trípodes, copas, cuencos y ollas entre otras que se usaban para la vida cotidiana y en algunos casos para los entierros primarios; para los entierros secundarios se usaban principalmente urnas con baño rojo con puntos y rayas de color blanco por lo general.
Se conoce que esta cultura tenía un gran respeto por la muerte, los estudios han apuntado a que el entierro de una persona se dividía generalmente en dos partes. La primera llamada el entierro primario, era cuando enterraban a la persona durante un tiempo prudente por lo general acompañado de elementos de cerámica domestica y otros elementos en pozos poco profundos. Después del tiempo prudencial eran desenterrados y llevados a los conocidos hipogeos que eran mucho más profundos, dentro de urnas de cerámica, esta fase del entierro es llamada entierro secundario y era colectivo.

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